No es una pregunta ni una duda. En la voz de Ilsa suena el lamento de un hecho consumado y amenazado por un futuro incierto: “El mundo se derrumba y nosotros nos enamoramos”. Tal vez si Michael Curtiz hubiera colocado en este punto el “the end” de Casablanca, los soñadores hubiéramos imaginado que ese era el comienzo de un gran amor, luchador y sólido ante la adversidad, única y verdadera fortaleza que resiste en pie cuando todo se desmorona. Otros hubieran pensado que de poco sirve a los ilusos cantar versos y deshojar margaritas cuando la guerra, la miseria y el horror presiden la vida. Posiblemente argumentarían que las preocupaciones no entienden de ternura, que las cuentas vacías no cuadran con el cariño, y que el hambre asciende desde el estómago al corazón hasta ocupar todo su espacio.
Los malos tiempos dejan a muchos sin tiempo para el amor. Extienden a su alrededor desiertos de soledad donde ocultar que son vulnerables a una lágrima, a un rechazo, a un adiós. Saben que son víctimas de su silencio y su prisa, apagando luces a su paso, para no alcanzar un porvenir de oscuridad. Algunos ascienden muchos peldaños para separase de sus sentimientos. Yo solo sé que siento amor cuando desciendo por esas escaleras. Me alimentan las sonrisas y me conformo con acariciar con la mirada. Sé que aunque el orgullo me haga gritar un “no me importa” y me obligue a vestir de indiferencia, tendría que volver a nacer para no abrir puertas a los que vendrán y se marcharán, dejando una brisa cálida en el cuello o un viento gélido en la espalda, con rescoldos en cenizas de cariño que nunca se extinguirán.
Los soñadores ilusos también pisamos una realidad donde el amor es la fuerza que todo lo sostiene. Amor con sus miles de etiquetas dispuestas para romperlas y sentirlo sin más, amor por todo y por todos, con casi cien latidos de corazón por minuto y a través un millón de poros en la piel. Cifras que también cuentan y pobre del que no las sepa utilizar.
Quizá hoy Ilsa tendría que decirle a Rick: “Necesitamos enamorarnos, porque el mundo se derrumba”