miércoles, 8 de julio de 2015

Noche y día.




Cuida el día y vigila la noche hasta que no distingas tu silueta. 

Cuando dos se funden, no hay miedo, no temas,
el viento detenido estará dispuesto a arroparte…
No asusta el silencio cuando solo escuchas tus palabras,
las familiares letras que componen la soledad.
Cuando la música hable, no habrá miedo, no temas,
flotará ante ti el contorno de una nota interminable
que amansará la pena vieja y amarás otra nueva…
Cuando nadie te eche de menos, no tengas miedo,
nada temas de los que se fueron sin más.

No habrá depredadores al acecho 
cuando la calma gane la lucha mortal
y despiadada contra el dolor.
No habrá esfuerzos estériles, 
cuando no haya a quien repartir amor,
se queda y se guarda intacto, entero, al fondo, dentro,
en el más íntimo y delicado hueco del alma.

Descansa guerrero y vigila tu paz
noche y día serán compañeros,
y unidos se fundirán para que el horizonte
no te abandone cuando pasado y presente
acudan a pelear junto a ti.


(Foto by Nicole Dangoor on Flickr.)

Con amor se paga...




Amor con amor se paga,
recitaba ella ante el espejo;
lo prometiste, repetía el eco de su voz,
vacía frente a la imagen que él borraba,
y su mano dibujaba el precio
que cada día crecía,
como en su alma el peso
de una deuda que siempre volvía.

Págame con amor,
si le debes algo a la vida, 
que el tiempo pasa y la espera mata.
Frente al espejo, rezaba ella,
no olvides que el rencor se apaga
si el amor es agua,
y el odio acaba en cenizas 
si el amor es fuego
y no sólo llama.