Cree ser libre quien nada espera, quien ve la vida pasar sin comprometerse, ajeno a la luz y el aire, de espaldas al cariño, indiferente al color y las sensaciones, al frescor del agua. Cree estar libre del dolor y sufrimiento que traen como equipaje los demás…
Pero esa libertad elegida, incluso a cielo abierto, tiene barrotes de soledad, una celda inmensa de apatía, y una existencia que no merece el nombre de vida.
(Gracias @Avisnigra67)
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