La mejor decisión es la que abre la puerta de la
felicidad,
pero … ¿quién la ha visto?
Siempre estamos junto al dintel,
escudriñando maderas sin llamador o paneles
ciegos…
Al borde de una puerta con un futuro intuido,
con miedos antiguos y renovados,
con un sueño deseado,
con algún resquicio al fondo,
y un rezo convencido y esperanzado
para que aparezca la llave…
La decisión es la llave, me gusta :-)
ResponderEliminarY aunque no nos demos cuenta y la busquemos por todas partes, suele estar en nuestra mano... ;)
EliminarGracias!
Las llaves, siempre hay que llevarlas encima... y más cuando se trata de esta puerta!
ResponderEliminarAsí debería ser!
EliminarGracias :)