Como senderos con jardines, orillas rozando el mar,
como cumbres remotas y horizontes sin final,
hay ojos que son destinos y caminos por transitar.
Un
día te detuviste frente unos ojos que se abrieron para ti.
Intentaste
desentrañar su color de tierra húmeda,
el
movimiento de sus irisadas hojas al mirar,
el
gris sus tormentas, el perfil dorado del sol al asomar.
Quisiste
averiguar dónde estaba la chispa que encendía la luz,
la
clave del resplandor que te bañaba con agua salada,
de lágrimas como lluvia tras la ventana, besando el cristal.
Necesitabas
saber qué paisajes escondía, tan oscuros al fondo,
con
su punzante negro, estigma de todos los tiempos.
Deseabas
ver en su misma dirección. La esquina donde se detenían,
el
punto de inflexión, su rincón más acogedor.
Eran
sus ansiados ojos un reto de selvático desierto,
oasis
de océano, jungla de inquietud y remanso de amor.
Al
final, no fue fácil el viaje desde sus ojos hasta su mirada,
desde
el transparente paisaje hasta su profunda raíz,
del
enigma a la resolución, de lo fascinante al interior.
No
fue sencillo olvidar que no hay ninguna clave,
ninguna
llave ni brújula que seguir,
ninguna
señal más que oír con amor y sentir su voz.
Porque
las miradas hablan, gritan y ríen a cielo abierto.
cuentan,
conversan, susurran a pleno pulmón.
entonan
sentimientos ciertos para quien los escucha.
Porque
son la gran verdad que nadie oculta.
Gracias a @MorgannaF
Me dejas sin palabras... y me halaga que compartir puntos de vista -nunca mejor dicho- te inspiren de esta manera. La agradecida soy yo.
ResponderEliminarUn beso, guapa.
Inspiras sólo con tu forma de ser y estar... ;)
EliminarOtro gran beso para ti!
¡Qué cosas más bonitas me dices! :´) Pero no olvides que, cuando se está a gusto con la compañía, una se deja llevar. Así que toda la culpa es tuya, jajajajajaj.
ResponderEliminarUn abrazo y todo mi cariño.
Un abrazo con el mismo cariño ;)
Eliminar