miércoles, 14 de septiembre de 2011

Bajo la superficie

Tengo miedo de la vida bajo la superficie, al mundo que se define entre claroscuros, a cada existencia que se mueve oculta bajo el sol. A las vidas que se esconden, las que apenas se vislumbran gracias a un rayo de sinceridad, las que viven estancadas entre prejuicios, asentadas en su mentira. Temo a los seres que nadan entre el lodo de la falsedad, respirando bocanadas de hipocresía, resistentes al rechazo, a la crítica, a cualquier esfuerzo por comprender. 
Tengo miedo a callar sobre lo que me duele y lo que amo. Pánico a no poder gritar un “te quiero”, a que tú no lo oigas y me arrastre tu olvido. A hundirme bajo la superficie de un río sin otro destino que un mar de vacío. Miedo al cambio que no mantiene su esencia.
Me asustan las palabras que se lanzan desde la superficie al aire, y mucho más las que se silencian. El terror de los deseos insatisfechos, envidias injustificadas y rencores putrefactos, como esas algas verdosas y marchitas. La voz ronca y el silencio, siniestro y cruel, de los cantos de sirena bajo la superficie.
Temo que la verdad, la que cada uno guarda como su tesoro, se cubra con una capa de barro, escarcha y hielo. Y la verdad, la tuya y la mía, la nuestra, se ahogue en un eterno invierno, cubierta de palabras muertas, congelada y sola, entre silencios, mentiras y temores.


(Gracias a @Avisnigra67)

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