viernes, 24 de junio de 2011

Humo azul

Cierro los ojos cada noche con la esperanza de que al amanecer haya desaparecido la angustia de muchos, la envidia de tantos, el rencor de algunos, y el hastío de casi todos.
Cierro los ojos deseando que aquellos males, reales o imaginarios, se evaporen como un fascinante, ligero y etéreo humo azul...

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