jueves, 30 de junio de 2011

Ausencia

No me busques nunca entre la desolación, esa inmensidad oscura, profunda, ciega por las lágrimas y tapiada por la pena. Nada verás con el corazón hundido, los puños apretados, y el aliento agotado de suspirar por lo irremediable. Alza la cabeza y mira alrededor…
Estaré en la primera sorpresa del día, en el primer impulso que te hace sonreír, en un vuelco de corazón, en luz y aroma de hogar. Me verás al calzarte tus zapatillas y caminar sin rumbo, en todas tus caídas y en tu destino final. Al recordar aquel día y aquella risa, entre las hojas caídas y los destellos de sol. Bailaré contigo bajo la lluvia y juntos nos secaremos con una sonrisa.
Estaré en tus manos, intangible, en el rincón más apartado de tus recuerdos y en el borde de tu futuro. Viviré en el calor de un abrazo y la dulzura de un beso. Seré ternura y compañía fiel cada minuto del día. 
Me verás si me piensas. Estaré siempre, si me sientes.

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